Antítesis de la gozosa infancia, la adolescencia es uno de los procesos biológicos más dolorosos y dramáticos por los que atraviesa el ser humano a lo largo de su vida. Esa explosión hormonal mediante la que se inicia el descubrimiento de la sexualidad, aunada a la falta de experiencia en prácticamente todos los aspectos vitales, son los ingredientes del devastador coctel molotov al que llamamos pubertad, el cual termina por formarnos intelectualmente y por definir esos callejones eróticos por los que luego transitaremos en la adultez.
Ganador de varios premios en festivales de cierto renombre, como el internacional de Irlanda, y del reconocimiento de cineastas de la talla de Guillermo del Toro, Cosas feas, cortometraje dirigido por la joven promesa del cine mexicano de horror, Isaac Ezban, es un fantástico viaje al núcleo emocional de todos aquellos conflictos relacionados con el despertar de la sexualidad, y con ese perene sentimiento de no pertenencia tan común en los primeros años de la pubertad.
Profundamente influenciado por la estética del David Cronenberg de Naked Lunch, y con un diseño de personajes que mucho tiene que ver con Tim Burton, Cosas feas narra el despertar sexual de un niño, hijo de una familia de inmigrantes, quien tras una clase de educación sexual se percata de que es “ligeramente” diferente a sus demás compañeros de escuela.
El resultado es un delirante cortometraje que, a pesar de adolecer en algunas ocasiones de la marcada e incómoda sobreactuación de sus personajes (con excepción del estupendo papel protagónico del joven Mijael Askenazi), y de evidenciar una producción con ciertas carencias presupuestales, que en algunos momentos le otorgan a la cinta un halo de proyecto final de escuela cinematográfica, consigue elaborar una historia sumamente atractiva y ensamblar, con gran habilidad e ingenio, un conjunto de secuencias memorables que llevan de la mano al espectador por un camino que, inicialmente se asume como una extraña comedia, pero que desemboca en un horripilante y extraordinario clímax que hará salivar a los más asiduos fanáticos del cine de terror de los años ochenta.
Cosas feas es una pieza de la que se antoja una reelaboración a fondo, con vistas a obtener lo que podría ser un largometraje muy interesante, sin embargo, independientemente del rumbo que tome el proyecto, este cortometraje pinta un panorama prometedor para el joven Isaac Ezban, al que hay que seguir observando muy, pero muy de cerca.
COSAS FEAS (Nasty Stuff) from Yellow Films on Vimeo.