¿Qué es la democracia? La respuesta etimológica nos lleva por derroteros bastante simples y conocidos: δῆμος = demos = pueblo y κράτος = kratos = gobierno. Sin embargo, con el paso del tiempo, el concepto general de ese gobierno cuya base es la voluntad del pueblo ha sido adaptado en formas por demás variadas alrededor del globo, dando como resultado incontables regímenes políticos que se autodenominan democráticos como una mera táctica para legitimarse ante los ciudadanos, a pesar de que en la práctica disten mucho de serlo. La dictadura con fachada de democracia es, tristemente, un mal que aún puede palparse en varias regiones del mundo.
Egipto es uno de los casos más emblemáticos de la lucha de ese demos etimológico en pos de una democracia moderna. Después de la declaración de su independencia en febrero de 1922, el nuevo gobierno egipcio creó una constitución y encauso una elección que, por voto popular, nombró al primer Primer Ministro de la República de Egipto: Saad Zaghlul. Debido a la constante influencia del gobierno británico en las decisiones del país, en 1952 estalló una revolución, subiendo al poder como primer Presidente de la República de Egipto el general Muhammad Naguib, quien inmediatamente renunció en pos del verdadero artífice del movimiento revolucionario, el general Gamal Abdel Nasser. Para evitar cualquier tipo de manifestación democrática, y con el pretexto de la guerra de los seis días en la que Israel invadió Egipto, el general instauró en 1967 un estado de emergencia que anulaba los derechos constitucionales, incrementaba los poderes policiales y militares, y finalmente daba carta abierta a la censura.
The Square es un documental que relata el histórico momento en el que, tras 45 años de haber sido sometidos a un estado de emergencia, el pueblo egipcio decidió alzar la voz para derrocar al segundo gobernante no democrático tras la muerte del general Nasser, el excomandante de las fuerzas aéreas egipcias, Hosni Mubarak.
Las revoluciones y las luchas sociales exitosas son producto de la desesperación extrema, y al serlo están siempre cargadas de un idealismo y una emotividad que rara vez se ve en el seno de una sociedad con un mínimo de bienestar. The Square captura a la perfección esa emoción vital que se dispara cuando, tras años de opresión social, los ciudadanos atisban la posibilidad de un cambio importante, la posibilidad de una apertura. Es esa emoción desbordada, que muchas veces peca de ingenua o incluso de irracional, el principal catalizador del enamoramiento que pueden producir movimientos sociales cuyas premisas iniciales son tan generales como incuestionables: libertad, igualdad, fraternidad.
El problema radica en que las soluciones particulares a esas tres premisas generales que suenan tan bien (¿quién no quiere vivir en un mundo libre, igualitario y fraterno?), son casi siempre complejas, y en el camino las causas tienden a perder su rumbo y su sentido originales. Retratar esa complejidad es tal vez el mayor acierto de The Square y de su directora, la documentalista Noujaim Jehane, quien no se queda únicamente con la algarabía de los manifestantes que consiguen derrocar al régimen de Mubarak, sino que aborda con gran lucidez la penosa imposibilidad de organizar un país cuyo núcleo se encuentra dividido entre cristianos, musulmanes moderados y musulmanes radicales. Las tres facciones quieren un país democrático, pero claro, las tres también quieren gobernar.
Conmovedor, perturbador, intenso y plagado de secuencias de acción reales en las que los documentalistas se juegan auténticamente la vida, The Square es un filme brillante que pone de relieve los gigantescos problemas involucrados en la creación de una democracia moderna y funcional. Problemas que, en el caso de Egipto, aún siguen completamente irresolutos.
Por si fuera poco, The Square es un hito importante en cuestiones de distribución, ya que fue estrenado a través del portal de cine y televisión por Internet, NETFLIX, plataforma que mantiene la exclusividad de esta cinta nominada al Oscar en el rubro de cinta documental.
Hasta hace unos meses, parecía evidente que el Oscar a mejor documental debía ser otorgado a la estremecedora The Act of Killing, sin embargo, tras ver The Square, no me cabe duda de que la competencia estará realmente cerrada.