A primera vista da la impresión de que este mundo sigue siendo un mundo de hombres. El rol de la mujer, a pesar de que en los últimos cincuenta años ha cambiado para bien en las grandes urbes, sigue siendo en el resto del mundo el de un mero accesorio. Madres, hijas, hermanas, abuelas y esposas, las mujeres sufren en silencio el maltrato de una sociedad que sigue siendo regida por simios con pene, sin darse cuenta que el núcleo familiar que engendra a los líderes del futuro tiene su origen en ellas.
Debra Granik es una directora que ha dedicado su corta filmografía a reivindicar el papel de la mujer en la sociedad y a mostrar que la idea de que el mundo está regido por hombres es en gran parte un espejismo, tesis que se plantea de forma lúgubre e impecable en Winter’s Bone.
Los primeros minutos de la cinta le dan al espectador toda la información que necesita para sumergirse en el despiadado invierno de Missouri, donde se erige un pueblo cuyas carencias económicas y sociales han convertido a los pobladores en “cocineros de crack”. Es precisamente en este pueblo donde conocemos a la protagonista, una joven de 17 años de la que dependen sus dos hermanos y su mentalmente ausente madre, a la que la justicia le notifica que perderá su casa si no aparece su prófugo padre para declarar en un juicio.
La primera mitad de la cinta, relatada con absoluta maestría, presenta el viaje iniciático de la chica para encontrar a su padre narcotraficante y llevarlo ante la justicia. Uno a uno se suceden los macabros cadáveres que habitan el pueblo, escondidos, temerosos, sucios, adictos y violentos, que intentan disuadir a la pequeña de la búsqueda de esa figura paterna idealizada.
Finalmente son las mujeres de esta historia las que dan conclusión al dramático guión. Mezcla de brutalidad y bondad, son esas silenciosas esposas las que terminan por dar esperanza a este relato que ya se ha alzado con el premio del jurado a la mejor película y mejor guión en Sundance y que espero coseche el globo de oro a la mejor actriz por el sobresaliente trabajo de Jennifer Lawrence.