Finalmente he tenido la oportunidad de ver The Wrestler, la nueva película de Darren Aronofsky, ganadora del León de oro, y sólo puedo decir WOW!.
Es realmente impresionante como alguien puede explorar un espectro tan amplio de temas y no se si me apresuro un poco por la emoción, pero en verdad comienzo a creer que Aronofsky en este sentido es el sucesor de Kubrick y probablemente el director contemporáneo más importante.
En The Wrestler, Aronofsky toma un camino totalmente sobrio. Ya no hay manejos de cámara innovadores, ni efectos especiales deslumbrantes, sino que ahora todas las escenas son cámara en mano, lo que le da un aspecto tipo documental/Dogma 95 que encaja perfecto con la historia.
El filme cuenta la historia de Randy “The Ram” Robinson (Mickey Rourke), un peleador de lucha libre veinte años después del pico de su popularidad. Completamente solo por haber abandonado a su familia, odiado por su única hija (Evan Rachel Wood) y arruinado por el deporte que ama. Todos los fines de semana pelea contra luchadores fracasados en combates arreglados, entra y sale de trabajos para poder pagar el alquiler del trailer park donde vive y gasta el resto en un stripclub donde trabaja la mujer que ama (Marisa Tomei).
Como pueden ver la historia es bastante trágica, pero esto no es nada comparado con lo que se ve en pantalla. El guión es francamente demoledor y cuando terminé de verla quedé devastado.
La actuaciones son magníficas, pero es obviamente recalcable la de Rourke, que desde mi punto de vista es la mejor que le he visto desde Barfly y sin duda merecía el Globo de Oro que le acaban de otorgar.
La música original de la película una vez más corre a cargo de Clint Mansell, sin embargo, pocas son las ocasiones en que esta se puede escuchar, ya que el principal soundtrack se compone de canciones ochenteras de Hair Metal, porque consideraron que ese es el verdadero soundtrack de la lucha libre. De hecho hay una escena fenomenal, que no voy a contar, en la que se escucha Sweet Child of Mine gracias a la fuerte amistad entre Mickey Rourke y Axl Rose.
De igual forma que Rourke consiguió el globo de oro, también lo ganó Bruce Springsteen por la canción que compuso para el cierre de la película (obviamente titulada The Wrestler) y que es fenomenal.
Ojalá puedan ver esta magnífica obra, que desde mi punto de vista supera a Slumdog Millionaire en lo tocante a mejor película de 2008 y que es el análisis más perfecto que he visto sobre la soledad y el fracaso del hombre.