Un año antes de que se estrenara la magnífica Trainspotting, que se convertiría durante años en la máxima referencia de cine relacionada con el modus vivendi de la drogadicción (hasta que posteriormente Requiem for a Dream tomara la estafeta), el director Scott Kalvert decidió adaptar el libro autobiográfico de Jim Carrol “The Basketball Diaries”, que cuenta la caída de un adolescente en el cruel mundo de las adicciones.
Es indudable que esta película fue una influencia directa para Trainspotting, fallando sin embargo un poco en la definición de los personajes y en el desarrollo de la historia, situación que Danny Boyle en cambio ejecutó a la perfección. Sin embargo, esto no quiere decir que sea una mala película, ya que la magnífica actuación de Leonardo DiCaprio en el papel principal, opaca completamente los errores que llegan a presentarse.
El filme cuenta la simple historia de un joven, gran jugador de basketball, con talento para la escritura y un futuro prometedor, que poco a poco lo pierde todo al hacerse adicto a la cocaína y posteriormente a la heroína. Como podrán imaginar, la película es una gran tragedia, contada desde un punto de vista simplista pero efectivo, donde vemos al joven DiCaprio consumiendo drogas como un demente, atacando a su martirizada madre que no sabe como ayudarlo, prostituyéndose por unos cuantos dólares y perdiendo uno a uno a sus amigos que también se han dejado llevar por la letal combinación de drogas y crimen.
El filme está lleno de situaciones de drogadicción conocidas y aunque tiene algunas escenas de gran belleza, no presenta nada demasiado innovador en cuestiones de fotografía y lenguaje fílmico, sin embargo vale la pena simplemente por la fantástica actuación de DiCaprio, que es la que finalmente, junto con su participación en “What´s Eating Gilbert Grape”, lo colocaría en el ojo público como una joven promesa del cine.