Las modas vienen, van, pero siempre están. El western es un género que de forma más o menos constante siempre ha estado presente en las carteleras cinematográficas y que ha evolucionado mucho desde la famosa diligencia de John Ford hasta nuestros días, con ejemplares tan extraordinarios como The Proposition, que demuestran que, a pesar de ser un género muy trillado, es posible seguir creando grandiosas películas en las que el revólver sea el personaje principal.
La nueva cinta de Gore Verbinski, director millonario gracias a la saga de Pirates of the Caribbean, es precisamente un exponente del western del nuevo milenio, que este año estará muy de moda con el estreno de la bizarra Cowboys and Aliens y con la filmación de la nueva cinta de Tarantino Django Unchained.
Verbinski comete el acierto de actualizar el género del western visualmente, pero conservando la esencia de los consabidos clásicos para crear una historia que re introduce el género a los más pequeños y que, a pesar de ser completamente predecible, logra su cometido de entretener sin caer en las típicas concesiones de una película infantil, creando por tanto un espectáculo sorprendentemente equilibrado.
Basando su guión en la conocida historia del héroe por accidente y combinándola con el detonante por excelencia del western, en el que un misterioso forastero llega a un pueblo perdido para luchar contra el mal, Rango conecta con los niños al convertir a los toscos personajes que podrían esperarse en una historia como esta en animales como serpientes, dragones de Komodo o camaleones, que aunados al innegable talento vocal de Johnny Depp, quien una vez más interpreta su cada vez más común papel de tímido desequilibrado, convierten a Rango en una experiencia muy agradable.
Las emocionantes aventuras de este camaleón que se convierte en sheriff por accidente y que tendrá que luchar para salvar a un pequeño pueblo de la sequía, están ambientadas desde el primer segundo por el trabajo de Hans Zimmer, quien consigue sintetizar el clásico sonido que ha acompañado a esos héroes de barba descuidada y ponchos desde tiempos de Morricone, componiendo una banda sonora que lo mantiene como uno de los mejores musicalizadores fílmicos de nuestros tiempos.
Los animadores de Industrial Light and Magic, encargados de los efectos visuales de la película, generan un universo que, aunque no supera la calidad a la que estamos acostumbrados en los filmes de animación por computadora, sin duda resalta por la gran cantidad de detalles y guiños al género que se ocultan minuciosamente en cada secuencia.
Divertida y emocionante, Rango es probablemente lo mejor que le he visto a Verbinski y constituye un trabajo que, dada la calidad de los filmes que se han estrenado hasta el momento en las carteleras comerciales durante el 2011, no desmerece en absoluto y se convierte en una muy buena opción para pagar una entrada de cine sin los nefastos arrepentimientos posteriores.