Después de terminar de ver la Jetée, no puedo hacer nada mas que afirmar que esta película/cortometraje probablemente esté entre los tres mejores filmes de ciencia ficción que haya visto.
28 minutos y cientos de fotografías fijas, es lo único que requirió el cineasta francés Chris Marker para desarrollar esta magnífica obra, tan inteligente como inocente y tan impactante como poética.
Los que puedan ver esta fantástica película, pronto se darán cuenta que ha influenciado a cientos de otros filmes de ciencia ficción posteriores, desde los aspectos visuales de City of Lost Children, hasta el guión cuasi-calcado de Twelve Monkeys.
La historia se centra en un hombre que, atado a un recuerdo de su infancia, se vuelve el candidato ideal para realizar un viaje en el tiempo, con objeto de salvar a la humanidad que vive en un futuro postapocalíptico causado por la tercera guerra mundial. Los sobrevivientes del cataclismo, viven bajo la tierra, ocultándose de la radiación de la superficie del planeta y su única esperanza es desarrollar el viaje en el tiempo para llevar medicinas, comida y energía a su decadente sociedad.
Con esta trama, la película se desarrolla de manera fantástica, acompañada de un magnífico soundtrack clásico, de la bellísima serie de fotografías y de una maravillosa voz en off que va recitando el devenir de la historia, generando momentos verdaderamente sublimes, al combinarse estos tres elementos en una especie de oda melancólica a los recuerdos.
Sin duda, La Jetée es una película altamente recomendable para cualquiera que intente comprender los orígenes del cine de ciencia ficción moderno o simplemente para aquel que quiera ver una verdadera obra de arte.
“Above ground, Paris, like most of the world, was uninhabitable, riddled with radioactivity. The victors stood guard over a kingdom of rats“