El cine gore es un género que ha sido vilipendiado, muchas veces con razón, por dar al espectador una dosis de entretenimiento barato, que se concentra plenamente en el derramamiento de litros de sangre y kilos de vísceras. El principal problema desde mi punto de vista, es que esta visión orgiástica de la violencia es justificada mediante tramas inexistentes o ridículamente mal planteadas, esto en parte porque el público que se siente atraído a este tipo de películas busca normalmente las escenas gore y poco le interesa el trasfondo argumental que las motiva. Como una especie de pornografía para los más violentos.
Dead Snow es una de esas películas que de alguna forma intenta reivindicar el género, sin pretenciones, sin grandes innovaciones, pero con sencillez y un gran ánimo de entretener plenamente al espectador.
El director noruego Tommy Wirkola presenta esta historia, que durante la hora y media de desarrollo, tiene conciencia de que es un filme gore y utiliza esto para hábilmente dejar de lado esa solemnidad que muchas veces cae en humor involuntario y convertirla desde un principio en humor voluntario, más o menos como ocurría en la fantástica Dead Alive de Peter Jackson.
La historia se centra en el clásico grupo de amigos estudiantes de medicina conformado por el geek de cine, el guapo, el caliente, el responsable, la guapa, la rastuda, la X y la deportista. Estos chicos se retiran a una cabaña en un paraje noruego abandonado (muy al estilo de Evil Dead), donde nos enteramos que fue el lugar en el que un grupo de nazis de increíble maldad se refugió al término de la segunda guerra mundial y nunca fue encontrado.
Así que en efecto, como pueden haberlo adivinado, Dead Snow es una película acerca de zombies nazis, que al ver como este grupo de jóvenes encuentra uno de sus tesoros, se ven obligados a utilizar sus nada amistosas técnicas de persuasión para tenerlo de vuelta y seguir descansando en paz.
Con un amplio uso de efectos especiales sanguinarios, tanto por computadora como también los adorables analógicos, con una historia súmamente divertida y con un soundtrack bastante bueno basado en canciones de punk y death metal noruego, les prometo que Dead Snow les hará pasar una tarde de diversión que pocas películas gore les pueden asegurar.