Wes Anderson, uno de los directores contemporáneos más importantes desde mi punto de vista, empezó su carrera cinematográfica en 1994, tras escribir junto a su amigo Owen Wilson el guión de un pequeño cortometraje titulado Bottle Rocket. El corto llamó la atención del productor James L. Brooks, que los impulsó para que lo presentaran en el festival de Sundance, donde finalmente consiguieron fondos para convertir esos 13 minutos en una película de larga duración.
El resultado es un filme que, dentro de sus múltiples capas, deja entrever lo que después sería el característico estilo fílmico de Wes Anderson. Y aunque no presenta una historia tan lograda como en sus obras posteriores, es una película divertida, plagada de humor Andersoniano y de esos pequeños detalles sutiles que convierten una escena bastante normal en una de gran belleza.
La historia se centra básicamente en tres amigos, que deciden dar un nuevo rumbo a sus vidas dedicándose a ser ladrones profesionales. El primero, magníficamente interpretado por Luke Wilson, acaba de abandonar su reclusión voluntaria en una clínica psiquiátrica, Owen Wilson hace el papel del amigo redneck/perdedor que funge como mente maestra detrás de los atracos y Robert Musgrave es el tercer miembro del equipo, manipulado, golpeado y humillado constantemente por su hermano, cuya única habilidad es tener un auto para poder ejecutar los robos.
La historia se desenvuelve entre cuidados diálogos de una gran profundidad y un cúmulo de buenas actuaciones, incluyendo una estupenda aparición de James Caan, como el jefe de una banda de atracadores profesionales.
Por si fuera poco, como en todas las películas de Anderson, el soundtrack es fantástico, mezclando una gran variedad de géneros que se acoplan con maestría a las escenas.
Lo único que sería objetable es que el filme no es Life Aquatic, ni Darjeeling, ni Rushmore, ni los Tenenbaums, quedándose tan sólo en una buena película a secas. Y es que la verdad es imposible ver un filme de Wes Anderson y no compararlo minuciosamente con los demás.