La música dentro de una película puede tomar un rol determinante en la forma en que el espectador relaciona sentimentalmente las imágenes que le están siendo proyectadas. Películas como Jaws, Requiem for a Dream, The Mission y muchas más, se apoyan de manera crucial en sus soundtracks para lograr sensaciones altamente emotivas o de gran tensión en el público.
Durante una centena de minutos, el espectador seguirá a Ickarus en el proceso creativo que lo llevará a desarrollar su nuevo disco.
Inicialmente, la inspiración llega a Ickarus a través de su crónica adicción a las drogas, sin embargo, una píldora adulterada le genera un episodio psicótico por el que es recluido en un hospital psiquiátrico. Es en este lugar donde, desintoxicado de las drogas y de la relación sentimental con su manager, Ickarus encuentra la inspiración para concluir el disco que hará repuntar su carrera.
Si deciden ver esta cinta les aseguro que pasarán un buen rato conociendo la fiesta de 24 horas que puede llegar a ser el día a día de un DJ alemán y muy probablemente, como en mi caso, correrán a comprar su maravilloso soundtrack.