Donda

 

If you think Mick Jagger will still be out there trying to be a rock star at age fifty, then you are sadly, sadly mistaken.

Almost Famous (2000)

 

Donda, Donda, Donda, nos repite el primer track en loop, así, sin música, sin cadencia, un nombre que se reitera hasta convertirse en palabra, y la palabra en una conjunción de sonidos que con la repetición terminan por perder su sentido. Ahí la metáfora. Se ha hablado tanto de ‘Donda’ que la escucha del nuevo disco de Kanye West pareciera haber perdido sentido incluso antes de ser estrenado. Un disco que a pesar de no tener publicidad “oficial” se ha empantanado en un maremágnum de discusiones en redes sociales y publicaciones “especializadas”, con argumentos más dignos del TV Notas que de un debate musical.

Kanye es uno de esos genios que todos desean ver caer. Su arrogante egocentrismo en conjunción con su talento nos recuerdan a ese alumno insoportable que presumía ser el mejor de la escuela y… por desgracia era el mejor de la escuela. Odiarlo se ha convertido en un deporte, pero cada que saca un disco recordamos con cierto resentimiento que el niño sigue siendo el mejor de la escuela. Lo admiramos a regañadientes al revivir en nuestra mente sus desplantes, hasta que la música hace su efecto y por alguna razón inexplicable comenzamos a rappear sobre croissants o a cantar alabanzas religiosas para un Dios en el que ni siquiera creemos. He ahí el poder maravilloso y aterrador de la música.

La situación se vuelve aún más irritante cuando vemos que Kanye literalmente hace TODO lo posible para enfurecer al sector social que supuestamente constituye su audiencia. Hace algunos años solían ser enfrentamientos con la prensa o un par de declaraciones incendiarias, pero tras apoyar abiertamente a Trump, defender a Bill Cosby, declarar que “la esclavitud fue una elección”, y finalmente invitar a DaBaby y a Marilyn Manson (acusados de homofobia y abuso respectivamente) a participar en la versión no oficial del track ‘Jail’, defendiéndolos bajo el argumento de “we are all liars”, el aparato mediático decidió que todas esas gotas habían finalmente derramado el vaso.

La cancelación de los medios hizo acto de presencia y el resultado es hasta cierto punto lamentable. Muéstrenme una crítica de ‘Donda’ que no hable de Trump, Cosby, DaBaby o Manson (vamos, ni siquiera esta crítica). Va un ejemplo: el Independent de Inglaterra le puso 0, cero, zero, tsero, al disco, y (por supuesto) el principal argumento para justificarlo fue lo “intolerable” de poner a Manson en la alineación. Incluso nuestros refinados favoritos de Pitchfork, que le dieron un diez cerrado (cosa inusitada para la mamonsísima página de crítica musical) al ‘My Beautiful Dark Twisted Fantasy’, ahora califican con un 6.0 a ‘Donda’, lamentando el comportamiento de Kanye en un extenso párrafo inicial que habla de SPOILER: Manson, Da Baby, etc. 

Como punto de comparación, el disco de Peppa Pig en Pitchfork tiene una calificación de 6.5.

¿Dónde carajos queda la música en todo esto? ¿Dónde queda el espacio para hablar del embrujo corporal y emocional que una combinación de notas puede generar en los oyentes? Después de escucharlo ya un par de veces, creo que ‘Donda’ va a ser a la música lo que ‘The Shining’ fue al cine. Una de esas obras vilipendiadas y humilladas por la crítica, que luego recuperan su lugar en la cultura cuando la coyuntura cambia, y cuando el objeto artístico se aprecia sin el sesgo social que rodea a la personalidad de sus creadores.

A la mierda los ofendidos. Trump me parece un imbécil, DaBaby un homófobo que seguro no ha abierto un libro en su puta vida, y para acabarla de joder no creo en Dios, pero carajo, ‘Donda’ me parece un auténtico monumento sónico que a pesar de su extenuante número de canciones (23  tracks si dejamos fuera las segundas versiones que realmente son una especie de relleno final al disco) consigue mantener un nivel de calidad y potencia absolutamente demencial.

Vamos, hice el ejercicio inútil pero ilustrativo de calificar cada canción en una escala del 1 al 5, y literalmente encontré sólo cinco por debajo de un nivel superlativo.

  1. Donda Chant – No aplica
  2. Jail – 5
  3. God Breathed – 5
  4. Off The Grid – 4
  5. Hurricane – 5
  6. Praise God – 4
  7. Jonah – 4
  8. Ok Ok – 4
  9. Junya – 4
  10. Believe What I Say – 3
  11. 24 – 5
  12. Remote Control – 4
  13. Moon – 5
  14. Heaven and Hell – 5
  15. Donda – 5
  16. Keep My Spirit Alive – 4
  17. Jesus Lord – 5
  18. New Again – 2
  19. Tell The Vision – 3
  20. Lord I Need You – 4
  21. Pure Souls – 3
  22. Come to Life – 2
  23. No Child Left Behind – 4

 

No contribuye nada a este texto que me ponga a hablar de la producción de ‘Donda’. Todos sabemos que Kanye es uno de los mejores productores que ha parido el hip-hop gringo, y ayudado por el ejército de manos adicionales que participaron en la grabación del disco consigue momentos verdaderamente sublimes (sigo sin superar la producción de tracks como ‘24’, ‘Jail’, o ‘God Breathed’).

Pero realmente lo que más admiro de Kanye es precisamente ese maridaje entre perfección técnica y desmadre lírico/emocional. ‘Donda’ es un auténtico caos conceptual en el que Kanye se pone intenso, ridículo, cursi y tremendamente solemne porque literalmente es así en su cotidianidad, y al ver cómo nos clava sus creencias en esos maravillosos caballos de Troya sónicos, no puedo reaccionar de otra forma que no sea con respeto, porque en un mundo donde todos nos cuidamos las espaldas y analizamos hasta la última coma de lo que vamos a poner en una red social, Kanye es de las pocas celebridades que genuinamente empujan los límites de ese free speech que tanto defendemos, pero que tanto nos incomoda cuando se ejerce desde una visión contraria a nuestras opiniones. Gotta respect that, son. Escúchenlo.

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