George A. Romero, amo y señor del género zombie, decidió experimentar con Martin las posibilidades creativas escondidas dentro del otro gran grupo de creaturas malévolas, los vampiros.
La historia escrita por Romero es francamente interesante, ya que juega durante toda la cinta con la incógnita de si el protagonista es verdaderamente un vampiro o un simple psicópata desequilibrado, proporcionando pruebas suficientes para apoyar cualquiera de las dos teorías.
Con un inicio descarnado y extremadamente perturbador, Romero sienta las bases para contar la historia de un chico retraído y violento, que vive con su tío y que es acusado por éste de ser un vampiro de 84 años. El tío, un místico desequilibrado, le asegura a Martin que salvará su alma y que posteriormente lo destruirá, sin embargo el chico ignora las amenazas y se dedica a continuar su día a día como dependiente de la tienda de su tío. El joven, que se sabe enfermo, pero que niega todos los aspectos mágicos y fantásticos del vampirismo, se desahoga todas las noches hablando a un show radiofónico en el que confiesa sus oscuros pensamientos y su intensa represión sexual a una audiencia que lo cree completamente loco.
Poco a poco la historia se desarrolla con el hábil guión de Romero, sin embargo el cúmulo de actores, con excepción del joven Martin, deja mucho que desear en una serie de interpretaciones que restan dramatismo y actúan en contra de la cinta. Sin embargo es extremadamente interesante ver la estética de bajo presupuesto de Romero al servicio de una película, que a pesar de abordar el tema vampírico desde un punto de vista fuertemente psicológico, presenta secuencias de acción realmente logradas en las que esa sangre escarlata y espesa de los setentas es la principal protagonista.
Intenso y perverso análisis de la mente humana, Martin es una cinta que me hubiera gustado ver con un poco más de presupuesto, sin embargo supera con creces los trabajos del Romero consagrado y acaudalado, lo que prueba que el dinero no siempre es un factor que incremente la calidad de las cosas.