¿La copia de una obra de arte puede tener un valor intrínseco incluso mayor que la obra de arte original? ¿Puede existir una obra de arte original? Es ese estupendo debate el que motiva y conduce a los dos personajes principales de Copie Conforme, el más reciente filme del galardonado director iraní Abbas Kiarostami.
La pareja, compuesta por un escritor británico y una francesa que vende antigüedades en la Toscana, viajará por los parajes italianos develando poco a poco la tormentosa relación existente entre ellos, mientras se sumergen en incesantes debates acerca del valor y la trascendencia del arte.
El estupendo ejercicio narrativo de Kiarostami ahonda con incómoda franqueza en las diferencias sentimentales de esos dos personajes que, a pesar de su erudición artística y su éxito económico, son completamente incapaces de racionalizar su relación, oscilando constantemente entre el odio más profundo y el amor más infantil.
El retrato que hace Juliette Binoche de una mujer que se desvive por recuperar el amor de su pareja, sin importar todas las penurias por las que haya tenido que pasar por su causa, es una verdadera cátedra de actuación que la hizo acreedora al premio a la mejor actriz del festival de Cannes. De igual forma, el barítono de profesión William Shimmel consigue hacer un gran trabajo en su primer largometraje, dando vida al arquetipo del hombre obsesionado por el trabajo y totalmente aislado de sus sentimientos.
El filme afortunadamente nunca cae en el snobismo insoportable que sería esperable con un guión de estas características, sin embargo es cierto que algunas secuencias hacia el final de la cinta actúan en contra del buen ritmo que se había creado inicialmente. A pesar de esto, Copie Conforme presenta algunos momentos verdaderamente mágicos, que combinan la estupenda capacidad guionística de Kiarostami con la perfección actoral de Binoche y convierten a esta película en una obra de arte muy recomendable.
