A mediados de los años cincuenta, el western, como género fílmico predominantemente norteamericano había vivido ya su época dorada. Directores como John Ford y Howard Hawkes habían conseguido explotar con maestría el estilo narrativo del western clásico, creador de personajes icónicos y forjador de actores de la talla de John Wayne y Gary Cooper, hasta llegar a un punto en el que la sobreutilización de la fórmula de vaqueros contra indios comenzaba a perder notoriedad con el público en general.
Ubicada en un lugar cercano a la frontera entre México y Estados Unidos, la cinta se centra en la cruenta rivalidad existente entre dos familias que controlan, unos con el negocio del alcohol y otros con el de las armas, la vida económica de un miserable pueblo al que un buen día llega un extraño forastero. Imbatible pistolero, el misterioso hombre pronto se hace de una reputación que le vale para ser contratado por uno de los clanes, sin embargo, con mucha astucia, el héroe intentará liberar al pueblo de la tiranía de ambos bandos, enfrentándolos entre sí.
Leone, junto a Massimo Dallamano, su director de fotografía, crea una pieza de cine cuyo dinamismo, aún para el público acostumbrado al vertiginoso cine hollywoodense del siglo XXI, es abrumador. Una cinta que aborrece y extermina los tiempos muertos, dándole a todas y cada una de las secuencias un sentido claro y a favor de ese crescendo narrativo que desemboca en un clímax brillante, el cual define un nuevo paradigma sobre la combinación necesaria entre minimalismo e inteligencia para concluir un western moderno.
A Fistful of Dollars, a pesar de su delicado balance entre humor y drama, es una película profundamente violenta para el cine comercial de la época, incluso llegando a contrastar en ciertas escenas con el puritanismo de las producciones contemporáneas que, escudadas en la violencia masiva de miles de muertes por minuto, son incapaces de escenificar la violencia puntual que Leone esgrime con maestría y sin temor (véase la secuencia del incendio).
Clásico que ha superado con creces la prueba del tiempo, A Fistful of Dollars es uno de los filmes clave para entender al western moderno, así como una de las obras maestras del Spaghetti Western, ese extrañísimo revoltijo cultural con nulas pretensiones que, sin esperarlo en su momento, sigue impactando profundamente, hasta hoy, a generaciones enteras de cinéfilos.