Un escritor trabaja para un periódico chino en la década de los sesenta, creando relatos de ciencia ficción, fantasía, etc. Poco a poco va gestando una historia llamada 2046, donde adapta, dentro de un ambiente futurista, sus propias experiencias de vida, sus amores, sus frustraciones y sus motivaciones.
A grosso modo, esta es la temática que se desarrolla en la que probablemente sea la más ambiciosa producción del reconocido director chino Wong Kar Wai.
La película es similar en estilo narrativo y forma a la célebre Fa yeung nin wa (In the mood for love), sin embargo, desde mi punto de vista, 2046 supera tanto en el aspecto estético como en el narrativo a su predecesora. Regalándole al espectador una historia que se va tejiendo de forma magistral en el tiempo, saltando ágilmente entre el hiperestilizado futuro ficticio ideado por el protagonista y un retrato sumamente delicado de la sociedad china en la segunda mitad de la década de los sesentas.
Las actuaciones de todos y cada uno de los personajes son fenomenales, incluyendo dentro de este magnífico reparto a actores de la talla de Tony Leung Chiu Wai (Infernal Affairs, Hero, In the Mood for Love) y Zhang Ziyi (Hero, Crouching Tiger Hidden Dragon).
En el aspecto compositivo de las escenas la película triunfa rotundamente, combinando impresionantes secuencias de una gran delicadeza, con un soundtrack inmejorable, que mezcla piezas de Ernesto Lecuona con otras instrumentales de un nivel brutalmente épico, generadas especialmente para la película.
2046 es un filme que se basa en la imposibilidad de amar, así como también en la obsesión que tiene el ser humano de ser amado a pesar de desconocer por completo lo que en realidad desea. Sin embargo, a pesar de que estas cuestiones han sido planteadas en infinidad de películas y formas artísticas, 2046 se distingue por ser una pequeña isla de inteligencia y sensibilidad en ese mar de experimentos artísticos fallidos que tratan este tema de forma intrascendente.
